Las fobias sexuales
Una fobia es miedo a algo determinado, en este caso los temores son relativos a la sexualidad. Pueden ser temores irracionales originados en el pasado, el elemento en común, más allá de cuál sea su origen es el bloqueo total de esa persona entorno a la sexualidad.
Las personas que padecen este problema evitan hablar de sexualidad, pueden rechazar aspectos concretos como la masturbación o el orgasmo o incluso evitan ver a la pareja desnuda entre otras muchas cosas. Es muy frecuente que problemas sexuales como la eyaculación precoz, la disfunción eréctil o anorgasmia sean un efecto secundario en las personas que sufren alguna fobia sexual.
Hay muchos factores que pueden dar lugar a que una persona padezca una fobia sexua, aunque lo más probable es que se origine en la infancia. Vivir una experiencia traumática tales como abuso sexual o exhibicionismo, crecer en una familia muy estricta donde ven el sexo como algo pecaminoso, etc. hace que la persona crezca con unos tabús sexuales que en la edad adulta le generarán conflictos evitando así que experimenten una relación sexual placentera y ocasionando problemas en la pareja.
Las fobias sexuales más comunes
Las fobias sexuales existen tanto para hombres como para mujeres, hay numerosas y para cada persona pueden estar relacionadas con un origen totalmente distinto. Ahí reside la importancia de tratarlas con una base de psicología. Hay numerosas fobias sexuales, las más comunes son:
- • Gimnofobia
La gimnofobia es el miedo a la desnudez ya sea de la pareja o propia. También se conoce como nudofobia. Esta fobia está relacionada con un componente de baja autoestima y de comparación del cuerpo con el de los demás.
- • Genofobia
La genofobia es uno de los miedos más comunes. Se trata del miedo a tener relaciones sexuales. Las personas que tienen esta fobia sienten pánico y temor a la hora de tener una relación sexual.
- • Eurotofobia
Es el temor de los hombres por los genitales femeninos. Es común en aquellas personas que también desarrollan fobias como a las relaciones sexuales, la genofobia.
- • Falofobia
La falofobia es una fobia común entre las mujeres, las cuales tienen temor a ver o tocar el pene masculino.
- • Venustrafobia
Las personas que padecen venustrafobia tienen miedo a las mujeres atractivas, rechazan las mujeres hermosas. Tienen tendencia a evitar las mujeres hermosas.
- • Medomalacufobia
La medomalacufobia es el miedo en los hombres a perder la erección. También puede ser el temor extremo a quedar mal con la pareja o con una mujer, a perder la virilidad.
- • Agrafobia
Es el miedo a ser víctima de un abuso sexual. La persona que sufre agrafobia podría haber pasado por episodios de abuso sexual en el pasado, por lo cual genera el trauma y el miedo a la repetición de este.
- • Erotofobia
Las personas que sufren esta fobia tienen un miedo persistente a hablar de temas eróticos, de la sexualidad, relaciones sexuales, pornografía, juguetes eróticos, etc. cualquier tema relacionado con el erotismo y la sexualidad. No está relacionado con la vergüenza, para quienes lo padecen es un desafío que no pueden superar. Esta fobia afecta a las mujeres a la hora de tener una relación sexual teniendo dificultades para llegar al orgasmo y en los hombres con problemas en la erección.
- • Filematofobia
La filematofobia es el pánico a los besos, a las bocas, al estar en contacto con ellas. También afecta a ver a personas besarse.
- • Androfobia
Esta patología se caracteriza por el miedo y temor que siente la persona a los hombres. La pueden sufrir tanto mujeres como hombres, no está limitado solo a mujeres. Las personas que la padecen evitan cualquier tipo de contacto e interacción con los hombres.
¿Cómo tratamos las fobias sexuales?
Al igual que cualquier otra fobia, las fobias sexuales pueden ser tratadas y tener una evolución muy favorable. Para ello, la figura del sexólogo y psicólogo son esenciales para poder prestar al paciente una terapia específica y adaptada para su temor. Normalmente, en todas las fobias y en las sexuales más, existe un pensamiento negativo que se repite en la persona y la bloquea totalmente.
En los casos más sencillos no serán necesarias muchas sesiones de terapia sexual. Éstas se llevarán a cabo mediante ejercicios indicados por su sexólogo o psicólogo cuyo objetivo es disminuir el temor de forma progresiva y sistemática teniendo encuentros con un perfil erótico creciente.
En casos más complicados como en las fobias que padecen personas que han sufrido un abuso sexual estará indicada una psicoterapia de mayor número de sesiones y por tanto mayor esfuerzo pero que logrará un pronóstico favorable para que el paciente pueda vivir una vida mejor.