¿Qué es la falta de deseo sexual?
La falta de deseo sexual también se conocida como apatía sexual o deseo sexual inhibido es una afección muy común en las mujeres, siendo menos frecuente en hombre. En las mujeres afecta entre un 20% y 50% de la población. La falta de deseo hace referencia a personas con un apetito sexual bajo las cuales no están atraídas por llevar a cabo relaciones sexuales ni por el sexo en general, además de no dar respuesta a la actividad sexual proporcionada por la pareja.
Esta afección puede ser general si la persona no muestra interés sexual por nadie, o selectivo cuando muestra interés sexual por unas personas pero no por otras o por una actividad sexual determinada por ejemplo coito en vez de masturbación.
La falta de deseo sexual se clasifica a su vez en: primaria cuando la persona afectada nunca ha mostrado deseo sexual o secundaria cuando antes si tenía apetito sexual pero ahora no lo tiene, en ese caso hay que estudiar el caso, si la persona tiene pareja o no y cómo es la relación sexual entre ambos. La falta de deseo sexual es otro de los problemas sexuales más comunes y más frecuentes en las parejas que llevan muchos años juntos y caen en la rutina y aburrimiento por la planificación diaria y poco tiempo a dedicar a la vida íntima y sexual.
Causas de la falta de deseo
La falta de deseo sexual es una afección muy común en las parejas, que con frecuencia se origina por una falta de cercanía o intimidad emocional, por rutina y poca comunicación de las necesidades del uno y el otro.
- • Problemas de pareja y poco entendimiento
La acumulación de problemas y poca comunicación en pareja puede llevar al distanciamiento y reducción de los momentos de intimidad con la pareja. Por consiguiente, al pasar el tiempo puede que experimentemos falta de deseo sexual.
- • Poco tiempo y muchas obligaciones
Este puede ser otro de los factores junto con el anterior y los que os contamos a continuación. Llevar un ritmo de vida rápido, estresante con poco tiempo para dedicarlo a nosotros mismos y a nuestra pareja puede afectar al deseo sexual y a la relación de pareja.
- Estrés y ansiedad.
- Depresión.
- Cansancio.
- Baja autoestima y mal concepto de la imagen corporal.
- Experiencias sexuales traumáticas.
- Rutinas sexuales que dan lugar a aburrimiento.
Algunas enfermedades y medicamentos también pueden producir falta de deseo sexual. Sobretodo aquellas que provocan dolor, malestar y fatiga. Algún trastorno hormonal también puede dar lugar a ésta afección. A veces se pasa por alto la falta de sueño o insomnio, las cuales dan lugar a fatiga ocasionando así apatía sexual. Y en ocasiones son otros trastornos sexuales los que ocasionan esta afección, como puede ser anorgasmia y dolor en las relaciones en caso de las mujeres o eyaculación precoz y disfunción eréctil en el hombre.
El tratamiento a la falta de deseo sexual
Estará dirigido a los factores que reducen el deseo sexual. En caso de problemas médicos será necesario tratamiento por un especialista. La terapia en pareja estará orientada a trabajar la comunicación y mejorar la relación en pareja. A veces se centra en la relación sexual ayudando a aumentar el tiempo que dedican a la actividad sexual mediante educación y ejercicios y a mejorar el acercamiento sexual para que éste sea más interesante.
El sexo favorece la relación de pareja por ello cuando uno de los miembros sufra esta afección considere buscar ayuda profesional para evitar que se convierta en una fuente de conflicto y un deterioro de relación.
Preguntas frecuentes sobre la falta de deseo sexual
1. Mi marido tiene más deseo sexual que yo, ¿es malo?
Tener más o menos deseo sexual no es malo ni bueno. Depende del caso puede tratarse de un problema sexual que se puede erradicar con terapia de pareja o un tratamiento con su sexólogo.
2. ¿Puedo someterme a un tratamiento de falta de deseo, aunque no tenga pareja?
Sí. La falta de deseo puede suceder teniendo pareja o sin tenerla. Si ocurre teniendo pareja, se propone hacer terapia de pareja para complementar la terapia de fala de deseo. Pero en el caso de no ser así, no hay ningún problema, pues, normalmente el origen reside en la persona.